donde los coyotes estan despiertos,
donde los coyotes estan hambrientos,
no siempre de alimento,
no siempre de sueños,
pero si de esas dos y más,
acostumbrados a ser señalados,
pero solo nosotros conocemos nuestra hambre,
esa que nuestra piel de bronce oculta,
esa que ya esta despierta cuando la gran lumbre apenas vislumbra,
con el iztlazihuatlt y el popocatepetl cantamos,
con la lluvia y el aire andamos
no nos quejamos de nuestra hambre,
pues por ella nuestra sangre se ha templado,
somos guerreros de luna a luna,
somos guerreros de furia pura,
nuestros hijos saldran al mundo,
a conquistarlo con su aullido agudo,
somos guerreros, hijos de poetas,
somos guerreros y mas que guerreros,
somos sus hijos prodigos,
De la Ciudad de los Coyotes Hambrientos.